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El mayor momento de emoción contenida y sobriedad tan propios del Viernes Santo se vivió en la calle Teniente Miranda cuando, poco después, salió a la calle la Sagrada Mortaja. Lo hizo sin luz eléctrica y acompañado de la voz de un barítono que dio más solemnidad al momento.
Villa realizó un itinerario sumamente especial y algecireño sobre las vivencias más pura de la pasión, muerte y resurrección de Jesús , durante la semana más grande que vive la bella ciudad de la Bahía. Por supuesto los mensajes directo al corazón del cofrade no faltaron en el desarrollo del texto, con una dedicatoria muy especial para ensalzar a la Virgen de la Palma, y el centenario de su patronazgo
Villa acabó su pregón con los blancos y puros de la Resurrección, un lugar en el que acaba donde todo empieza, con el Señor de la Resurrección en la Basílica de la Palma.
Junto al pregonero estuvieron presente el vicario episcopal para el campo de Gibraltar reverendo padre Juan José Marina Janeiro, el alcalde de la ciudad José Ignacio Landaluce, el presidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, el primer teniente de alcalde Jacinto Muñoz Madrid, además del pregonero Ismael Villa Vargas y su presentador Pablo Quijano Cabeza. El acto estuvo acompañado magistralmente por los sones de la banda Amando Herreros. |